Los recientes acontecimientos violentos en México, son catalogados no solo como una gran catástrofe, sino porque también los inversionistas temen invertir en nuestro país por sobre todas las cosas por actos de corrupción, los conflictos e intereses económicos. Estos tiempos son propicios para reflexionar ante la peor crisis de violencia que se vive en México, en la que miles de personas han perdido la vida de manera violenta, pero que ante estas inercias se agravan los problemas sociales aún más con la desaparición forzada de los 43 normalistas de Ayotzinapa en el estado mexicano de Guerrero.
Este año 2014, se aleja con la muerte aparente de estos jóvenes estudiantes de la normal rural del estado de Guerrero, pero también con el rechazo generalizado de la sociedad por los actos vandálicos que afectaron a terceros. En este sentido cabe destacar la presencia del Presidente del Uruguay en nuestro país, cuando se reunió con jóvenes la Federación de Estudiantes Universitarios de la Universidad de Guadalajara. José Mujica un hombre de edad madura habla de forma espontánea, franca y sincera, con una elocuencia pintoresca y directa; dijo aquí; “hay que creer en algo cuando muchas cosas se derrumban” “veo la necesidad de esperanza que hoy vive México”, afirmó.
También dijo entre otras frases, “soy un revolucionario lleno de reumatismo, si me estuvieran dando a vivir dos vidas volvería hacerlo al servicio de lo que siento”. ´-La democracia- es concentradora de poder, de riqueza, pero también tiende a crear la trampa social de la desigualdad-” y es que, estas reflexiones del presidente de Uruguay se dieron en el momento más álgido y crítico en el que el país atraviesa. “Nada vale más que la vida y por eso la vida es lo que más hay que cuidar”, insistió. Y aunque fue prudente y nunca se refirió textualmente a los 43 estudiantes desaparecidos de la normal de Ayotzinapa en Iguala, Guerrero, pidió a los mexicanos que la lucha “en este momento difícil que vive el país” no se cargue de odio. “Los que hoy sienten tanto dolor nunca se dejen llenar de odio el corazón. Entre el amor y el odio prefieran el amor. Porque el amor construye y el odio destruye”, dijo José Mujica.